Breve Historia del Spanking
Enero 2015-Tomo 2-Primer especial spank
Origenes
El origen o uso del Spank como práctica erótica está ligado a la
Disciplina inglesa, con las nalgadas correctivas, la disciplina y la
flagelación. Históricamente hablando en algunos países de Europa Oriental
existen festividades tradicionales en las cuales las mujeres son flageladas por
los hombres; Por ejemplo en la República Checa (y también en la República
Eslovaca) estas festividades son conocidas como “Velikonoce Pondeli”.
Siglo
XIV
La referencia
más antigua que se tiene de la misma es del siglo XIV con el predicador Konrad
Waldhauser el cual citaba: “casados y enamorados flagélense unos a otros con
escobillas y palméense unos a otros con la mano el lunes y martes de Pascua”.
La
explicación de esta creencia está vinculada con los rituales de fertilidad de
la primavera, ya que en sus primeros días se celebran la Pascuas, se creía que
las ramas del sauce siendo uno de los primeros árboles que renacen en primavera
transferirán la vitalidad contenida en ellas por medio de la flagelación a las
mujeres, así asegurando salud y fertilidad a sus prometidas.
También hay indicios escritos de una tradición festiva similar en
Polonia conocida como “śmigus-dyngus” (del término Polaco Smiganie: flagelar) también
llamado lunes salpicado, mojado o rociado, es una costumbre de origen eslavo,
relacionado con el Lunes de Pascua, El śmigus consistía en golpear las piernas
con ramas de sauce o con palmeras y salpicarse de agua los unos a los otros lo
que simbolizaba la limpieza primaveral de la suciedad, la enfermedad y los
pecados, el śmigus se juntó con la costumbre de “dyngusar” dando la posibilidad
de cambiar el remojón por la costumbre de los huevos de Pascua pintados.
Las mujeres a
cambio de los flagelos le otorgan a sus flagelantes huevos decorados, (kraslice
en Checo) o adornos como moños para la Pomlazka (del término Checo pomladit:
rejuvenecer, y korbac en eslovaco) que en la antigüedad se hacían con ramas de
sauce trenzadas en una pieza y decoradas con tiras de papel de varios colores;
Esta creencia del huevo se asociaba como un símbolo de la fertilidad que le
otorgaba la mujer al hombre que la flagelaba.
Estas festividades consistían en que los hombres salían en busca de mujeres jóvenes para flagelar sus nalgas y zonas corporales aledañas (generalmente cubiertas con ropas), siempre con la posibilidad de desnudarlas tanto en público como en privado en forma de castigo.
Antigua
Grecia
Existen
referencias de la antigua Grecia donde a las mujeres estériles o con problemas
de
fertilidad eran flageladas por sacerdotes del dios Pan, usando esto
como cura para su mal, hay menciones sobre esta práctica vinculadas al culto
del dios Dionisio que se celebra todos los años en el festival “Sciereia” en
donde las mujeres son flageladas.
Antigua
Roma
En la antigua
Roma existía una tradición festiva en la cual aparece la práctica de la
flagelación llamada la “Lupercalia” que se festejaba el 15 de Febrero de
nuestro actual calendario tomando dicho día como un “Dies Februatus” (día
purificado), anecdóticamente se dice que el nombre del mes de Febrero se
origina de unos de los significados implícitos de esta festividad, del término
del latín “Februum” (purificación).
Pintura de la Lupercalia en la Antigua
Roma
|
En un
determinado momento de esta celebración jóvenes selectos conocidos como
“Luperci” recorrían una zona seleccionada de la ciudad de Roma, en la cual
flagelaban con la februa (tiras de cuero de cabra embadurnadas de sangre del
mismo animal) a las mujeres que encontraban en su camino, esto con la creencia
de que favorecía (y curaba) la fertilidad, y ayudaba a tener un alumbramiento
seguro y sin dolor, a estas muchas veces las desnudaban de sus nalgas y zonas
corporales aledañas para ser flageladas.
Siglo
XV: El Cristianismo
A finales del
Siglo XV, el Papa Gelasio con el surgimiento y consolidación del Cristianismo
en Roma abolió la “Lupercalia”, reasignando la fecha al 14 de Febrero,
conmemorando el martirio del Santo Valentín, que es lo que actualmente se
conoce como “el día de San Valentín”.
Siglo
XVII a XVIII: La Disciplina Inglesa
En el siglo XVII
Johann Heinrich Meibomius en su libro “Tractatus de usu flagrorum in re medica
et veneria” (1639) describió las conexiones subyacentes entre la flagelación y
erotismo.
Siglo
XIX a XX: Francia
En Francia
alrededor de 1900 la flagelación erótica se convirtió en una de las prácticas
más
pedidas por los clientes de los burdeles en París, al mismo tiempo
entre los siglos XIX y las primeras décadas del siglo XX se publicaron en
Francia una gran cantidad de libros centrados en la flagelación erótica, con
artistas especializados como Aimé Van Rod, Jean de Villiot, Jean de Virgans,
Jean Fauconney (Jaf y Saldo), entre otros más.
LA FLAGELACION EROTICA, CARLOS AMELLER EDITOR 1932 |
Siglo
XIX al XX: España
La práctica de
la flagelación erótica está documentada en España desde el siglo XIX al siglo
XX, la flagelación erótica o Disciplina inglesa converge gradualmente con otras
prácticas sadomasoquistas afines como el bondage o ataduras, la D/s, el
fetichismo, etc. quedando por esto englobadas dentro del BDSM.
Mucho de los
internados de la época victoriana eran regidos por padre benedictinos, los
cuales en la mayoría usaban como castigo la disciplina inglesa, con azotes o
nalgadas como una herramienta para corregir o cambiar las malas actitudes y el
mal comportamiento; Tony Blair prohibió
el castigo físico en las escuelas británicas, pero antes de que esto pasara estaban regulados el número de azotes y el
implemento utilizado según la gravedad de la falta cometida (Regla que sigue
usándose de manera indirecta en la practicas actuales de Spank).
El castigo
era principalmente impartido después de hacer ver al alumno de manera verbal
que era necesario el correctivo debido a los malos actos que cometió, estos
castigos regularmente se dividían en tres categorías:
1. «Castigos
académicos»: Consistían en
copiar una página de la Biblia o aun peor, toda una tabla de logaritmos en la
que cualquier error duplicaba la pena.
2. «Castigos
físicos»: Consistían en correr (dar
vueltas al patio), se administraban de cinco en cinco, donde con toda la lógica
británica no se corría alrededor de ningún patio, sino cuesta arriba hasta
llegar a los campos deportivos del colegio a las 7:30 de la mañana, la otra
variante de los castigos físicos eran los fustazos o azotainas que eran
administradas a cada alumno por los padres benedictinos o el jefe de la casa.
3. «Castigos
carcelarios»: Estos
afectaban la libertad de los alumnos, iban desde un fin de semana encerrado en
el estudio, hasta la expulsión temporal o definitiva de la institución escolar
(según la gravedad de la falta).
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